Según la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, el empresario deberá garantizar que cada trabajador reciba una formación teórica y práctica, en materia preventiva, adaptada al puesto de trabajo. Por consiguiente todo trabajador deberá recibir un curso teórico y practico sobre seguridad vial para prevenir riesgos en la conducción.

Con esta formación, es posible reducir los costes de la empresa en accidentes laborales, cumplir con la normativa en prevención de riesgos laborales y adquirir un compromiso social con la seguridad vial.

La máxima eficacia de este programa se consigue, con los conductores que utilizan el vehículo propio o de la empresa para el desarrollo de su actividad, durante su jornada laboral o para ir y volver a su puesto trabajo.